Es difícil cortar la cadena, casi umbilical de una rutina que sabe a muchos años. Es difícil aceptar la realidad y enfrentar el vacío que hay detrás del ‘todo acabó’. Al final, tenemos que sacar de algún lugar la dignidad y acordarse de cómo se expresa un ‘adiós’. ¿Para qué deambular entre las ruinas podridas con paredes de recuerdos endebles? No viene al caso empezar a preguntarse en qué momento se salió el carruaje de la autopista, cuándo se desbocaron los caballos, o quién olvidó darle cuerda al amor. No tiene sentido tratar de entrar en la mente de quien te acompañó tanto tiempo sin estar realmente contigo. No hay razón en buscar lógica a las situaciones absurdas del ayer. Necedad de necedades y pura necedad. Querer encontrar los restos de algo en un cajón completamente vacío, pintar montañas en donde sólo hay llanura, perseguir el viento y asir las sombras, con todo eso acabarás en la amargura. Nada en este Mundo es seguro ni eterno, nada es estable entre seres como tú y como yo, ¿cómo esperábamos vivir juntos eternamente y no imaginamos que de alguna de nuestras bocas surgiría el Adiós?
Hermosos fracasos - Mobtomas 
Muchas veces asumir el ADIOS nos dá pánico. Besos
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Así es Winnie, ese viejo refrán de «mas vale malo por conocido que bueno por conocer» es el himno a la mediocridad humana, y por costumbre a veces nos aferramos a algo que no nos hace nada bien. Igual, tendemos a aterrarnos con el cambio. Por otro lado, específicamente en una relación, la memoria juega malas pasadas, sólo nos hace ver los buenos momentos, aunque fueran pocos, eclipsando los infiernos constantes. Pero sí, el adiós llega a dar miedo.
Hola Semilla, pues igual puede ser que la persona se ‘enamora’ de la mala vida. Igual no es costumbre, sino realmente amor a las arpías, o a lo que él llama ‘infierno’, que no lo es tanto puesto que sigue en él. El fracaso, puede no serlo para él. A veces creo que cuando algo es tan contundente y es realmente para uno, no importa qué trabas u obstáculos haya, uno los salvará hasta donde pueda. Y en el caso que cuentas, sí, él se lo perdió. Saludos.
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Cómo dice Winnie, hay quien es incapaz de asumir que su relación es pura vacuidad…siguen en ella por miedo, cobardía o comodidad y es incapaz de ver más allá, incluso aunque Venus se enamorara de el no abandonaría a su bruja por esas razones y la pobre Venus se alejaría desolada y desconcertada….te hablo por experiencia y no soy precisamente Venus….se lo puse a huevo y pese a su fracaso matrimonial ¡ahí sigue por cobarde, cómodo y miedica! ¡¡¡que le den!!! él se lo perdió
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Este texto me sabe a muy personal. Te leo directamente en tu corazón. No sé si es tu historia presente o ha sido una historia pasada… pero creo que sí ha formado parte de tu historia. Los adioses, aún cuando son necesarios, siempre son tristes. Pero desde luego, opino como tú que «el mas vale malo conocido que bueno por conocer» es el himno de la mediocridad humana.
Muchos biquiños,
p.d.: me gusta el cambio en la cabecera del blog… aún cuando sea un poco tétrico.
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Tu intuición no te engaña Aldabra. Sí, está basado en hechos reales, de un pasado algo terremoto. No me gustan las despedidas, nunca me han gustado, aunque sean buenas y necesarias, aunque sean pacífica (salvo, claro está, que la persona a quien despido me resulte insoportable, pero es difícil que se de ese caso, porque de antemano tiendo a no convivir con gente que me parezca insoportable). Gracias también por el comentario de la nueva cabecera, se relaciona con un jazz de Nueva Orleans que me gusta mucho (sobre todo la versión de Louis Armstrong) titulado St. James Infirmary. Y tengo que decir que mi admiradísimo Bob Dylan, uso como base esa melodía de dominio popular en los 80s para componer su canción Blind Willie McTell (bueno al menos la letra sí es toda de él), aunque eso no demerita mi admiración hacia Dylan. Un abrazo fuerte.
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Nuevo decorado!!!!
Me gusta!!!
Es siempre triste el momento de adiós!!
Pero más triste es convertirlo en altar y olvidar que la vida continua, a pesar de y por.
Estoy muy de acuerdo contigo, hay que pasar página, sentir el luto, llorar las lágrimas que honran los buenos recuerdos y después dejar ir…
La vida es muy corta!!
Besotessss
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Hola Giz, que bueno que te gusta la nueva imagen de la cabecera, eso de nueva pues… se trata según entiendo, de un dibujo que acompañaba a una vieja canción de Jazz. Eso de las despedidas, ¿sabes que lo que más me asombra es la truculenta memoria? Se dedica a recordar sólo los buenos momentos, magnificándolos, y haciendo a un lado las malas situaciones, diferencias y problemas. Al final eso no es justo para ninguna de las dos partes de la relación. En fin, cuando llega el momento del no va más, es mejor separar el camino. Saludos.
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Es verdad es pura necedad, pero es parte de la naturaleza humana, hurgar en el pasado y buscar respuestas. Besos tía Elsa.
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Bueno, urgar en el pasado y buscar respuestas es parte del aprendizaje que lleva a la experiencia. El problema es cuando se quiere vivir o revivir el pasado, y se ponen ojos ciegos al presente y al tiempo que vendrá. Saludos tía Elsa.
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(hacía tiempo que no te leía; te encontré hace pocos días y hoy sí puede dejar algunas palabras).
tal vez el primer paso al decir adiós sea el más costoso, en cuanto a dolor y esfuerzo, pero una vez comenzado el ritmo ya pocas cosas nos hacen detener… solo mirar hacia atrás alguna que otra vez.
me agradaron tus palabras.
un saludo
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A veces pasa que la gente no sabe qué hacer con su libertad. Pienso que igual el primer paso, el de abrir la puerta de la jaula es casi el más difícil, pero supongo que para muchos es aún más trabajoso atreverse a salir de la mentada jaula. Naturaleza humana, supongo. Saludos Esillevana. Que bueno que regresaste 😀
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Leer el corazón es una responsabilidad que atemoriza . Deberíamos saber extraer lo bueno y positivo de una relación cuando esta se acaba. Da igual el por qué, el cómo el cuando, el tiempo nos da respuestas y casi siempre cuando ya no las buscamos.
Un beso
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Así es Milu, y también es cierto que entendemos las resúestas del tiempo, muy a destiempo. Saludos.
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Lo difícil es decir adiós, pero en el momento en que lo dices, los holas salen solos…
Besicos, me gustó la entrada
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Gracias Belén, y sí, los «holas» llegan cuando el «adiós» fue definitivo. Saludos.
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