Cuando las cosas se acaban

Es difícil cortar el cordón umbilical de una rutina que sabe a muchos años.
Es difícil aceptar la realidad y enfrentar el vacío que hay detrás del ‘todo acabó’.
Al final, tenemos que sacar de algún lugar la dignidad y acordarnos de cómo se dice un ‘adiós’.
¿Para qué deambular entre las ruinas tapizadas de recuerdos?
No viene al caso empezar a preguntarse en qué momento se salió el carruaje de la autopista.
No tiene sentido tratar de entrar en la mente de quien te acompañó sin estar realmente contigo.
No hay razón en buscar lógica a las situaciones absurdas del ayer, necedad de necedades y pura necedad.
Querer encontrar los restos de algo en el vacío, pintar montañas en donde sólo hay llanura, perseguir el viento y asir las sombras, con todo eso acabarás en la amargura.
Nada en este Mundo es seguro ni eterno, nada es estable entre seres como tú y como yo.
Entonces, ¿cómo esperábamos vivir juntos eternamente y sin que de nuestros labios saliera un adiós?

18 comentarios sobre “Cuando las cosas se acaban

  1. no se cuándo es que se pierde el camino compartido…. puedes caminar a la par con alguien y cuando volteas ese alguien camina otra senda… ¿o será uno el que lo hace?, no lo se…

    Me gusta pensar que se puede vivir con alguien aún sin eternidades de por medio…. que la vida es muy corta, comparado con la eternidad de la que tanto hablamos a veces….

    …..

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    1. todos cambiamos sandrine. A veces, si uno tiene suerte, cambia en sentidos comunes con alguien. Nada permanece inalterable y el vivieron felices para siempre no es un limbo sin tiempo. Un abrazo fuerte y saludos.

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  2. Precioso y super triste texto …
    Cuando el amor se acaba, cuando las ganas no vuelan, cuando los ruidos del otro molestan demasiado, cuando estar solos los dos es demasiado silencio…
    Sí difícil momento!! Y cómo cuesta enfrentarlo!!..
    Pero pasar página, así sea en mar de lágrimas, es la mejor vía, para aligerar carga de existencia…
    Besos escritor…y linda semana!

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    1. Cuando ya no hay nada más escrito, es mejor cerrar el libro. Lamentablemente es difícil cuando uno se encariña con la novela. Y sí Gizz, lo más sano es seguir adelante, aunque a veces parece que no hay ‘cuerda’ para andar. Un abrazo y gracias. Bonita semana para ti también.

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  3. El amor también puede renovarse, si hay amor de verdad éste no muere, mueren otras cosas, los caprichos, el sexo, el enamoramiento, pero no el amor…cambia, se hace distinto, hay menos pasión pero no por ello deja de haber amor…

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  4. Es imposible creer y en ese «para siempre» sobre todo cuando ya dijiste adiós más de una vez; yo ya lo he desterrado de mi vocabulario.

    Nunca digo para siempre. Sí digo, hoy, y mañana, no sé después. Y me conformo y agradezco ese día a día sin hacer grandes planes.

    Porque a grandes planes, grandes frustraciones.

    Y en caso de que llegue el adiós (cuestión de suerte) hay que seguir teniendo esperanza y pensar que lo que está por venir siempre será mejor.

    biquiños,

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    1. Nunca y para siempre, son dos términos que deberíamos usar con mucho cuidado, o incluso no usarlos. Los decimos como si fuésemos inmutables, fijos y eternos. Igual el adiós, es como un arma de fuego, no hay que usarla a menos que se esté totalmente seguro de las consecuencias. Un abrazo Aldabra.

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    1. Cierto Milu, los que cambiamos somos nosotros, nuestra visión del mundo. El amor tampoco es un cuadro estático, y sólo pasa que deja de ser compatible con los intgereses personales. En ocasiones las personas nos convertimos en extraños, hasta para nosotros mismos, y no se puede amar realmente a un extraño. Un abrazo.

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