Al principio sólo palabras disparadas como flechas envenenadas hacia la cabeza del alma. Después acciones que alebrestan la furia. Para terminar con golpes que van lastimando al cuerpo. Todo para que al final ambos se pidieran perdón.
Dicen que la paz se valora más en los tiempos de guerra, pero no es válido pelear sólo para valorar la paz. Por desgracia la violencia parece ser la constante de tu vida, cuando faltan los golpes no crees que sea amor.
Vueltas sobre el mismo eje, un mareo con sabor a impotencia. ¿Eso es tu forma de vivir o es una mala costumbre? ¡Y me dices creer en un Dios de amor y paz!
De nuevo la rutina en la mañana y una dosis de recriminaciones por la tarde; para alcanzar, a veces, una tregua nocturna. Al salir el sol volver a empezar, una vez más.
Para amar, como supuestamente se debe, se necesitan al menos dos, lo mismo pasa, curiosamente, si lo que se quiere es pelear. Por favor no te pongas el vestido de víctima y me salgas con que la situación se agotó. Cada quién gira en donde quiere.
El cerrojo fue echado por última vez, cada uno dando la espalda a sendas caras opuestas de la puerta.
y borrón y cuenta nueva… y aquí paz y después gloria… y a otra cosa mariposa…
biquiños,
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Así es Aldabra, hay quienes sí pueden curarse del síndrome de Tom & Jerry. Un fuerte abrazo
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Y al final todo vuelve a serenarse. Difícil situación cuando esto ocurre, pero también es cierto que para olvidar, solo hace falta uno.
Un abrazo
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Uno con el tiempo. Así es Violeta. Saludos.
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Razon te traes!
Para amar hace falta dos y para pelear también
Para olvidar y no seguir recibiendo desmanes, con uno basta!
Y es la mejor solución para pasar página!!!!
Besosssss y lindo finde!!!!
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Y esperar que el siguiente acto existencias, sea mejor.
Un abrazo Gizz
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