Mis 25 (cosas) a mis casi 50

Con esto empiezo el final, todo lo que empieza acaba y todo lo que sube, baja (menos los precios).

1. Me encanta el idioma español. Alguna vez en el pasado lo odiaba, muchas reglas muchos acentos, mucho mucho. Prefería el inglés. Ahora adoro el idioma español (en serio).

2. Soy muy soberbio. Desplantes de divo. Eso dicen, igual tienen razón, pero creo que lo que espero es un respeto de parte de los demás similar al que muestro por ellos. ¡Nah!, ¿a quién engaño? Creo que si soy soberbio, pero eso no me honra. Llevo 41 años tratando de arreglar eso. La soberbia es síntoma de inseguridad, por eso procuro usar siempre cinturón.
3. Esta especie de confesionario me recuerda a un juego de la primaria. No recuerdo muchas cosas de la primaria. Mi memoria es buena, pero creo que ya se mezclan en ella los recuerdos verdaderos de los inventados.
4. Soy adicto a la lectura. Cualquier adicción es mala, incluso esa. Creo que me gusta leer no para aprender ni conocer, sino para fugarme. Me gusta el cine y la música.
5. Las buenas conversaciones son uno de los mayores placeres que tiene la vida para mí.
6. Creo que “la vida está en otra parte” debe ser mi lema (y eso es contra mi voluntad).
7. Comprobado, cada que bebo (en demasía, lo cual es frecuente), sufro el síndrome del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde. Ya no me gusta. Hmmm esto no debe ser sorpresa para nadie.
8. Enrique Bunbury, Andrés Calamaro y Joaquín Sabina, son para mí los mejores compositores-letristas que hay en español. Dylan es divino, el mejor en general.
9. Tardé mucho años en probar las drogas porque siempre he creído que tengo drogas incluidas. Igual empecé a experimentar cuando se me terminó la dosis interna/natural.
10. El diez es un número presuntuoso, igual el 100. No me gustan las matemáticas, pero cuando no pienso que estoy haciendo matemáticas las cuentas me salen bien. Creo que con ellas tengo pánico escénico. Los números me intimidan, prefiero las letras.
11. Ahora soy muy miope (no sé si culpar a los libros o a la computadora, o a ambos), todo adquiere tintes impresionistas más allá de los tres metros contados a partir de la punta de mi nariz. Al menos tengo la ventaja de tener grande la nariz.
12. 25 cosas sobre uno es una lista muy larga. No me gustan las biografías no autorizadas. ¿Quién carajos le da el derecho a quien escribe esas cosas a decir lo que el biografiado (¿existe esta palabra?, bueno el tipo(a) que es objeto de la biografía) no quiere/quiso decir? Me encantan las autobiografías aunque sean realmente mitografías.
13. Creo que mi única vocación verdadera es carecer de vocación verdadera. Lo más cercano a vocación para mí es escribir y tener buenos amigos. Aunque lo segundo más que vocación es una suerte divina.
14. Tengo que vivir al menos un año en Buenos Aires.
15. Soy muy visceral (eso no significa que mi abdomen sea muy abultado, bueno lo es, pero no lo dije en ese sentido).
16. Hmmmmta, 25 cosas, son muchas. Me dan miedo los fantasmas y las cosas sobrenaturales. Agradezco no tener el sexto sentido como el de la película de Bruce Willis y no ver deambular gente muerta. Realmente lo sobrenatural me aterra.
17. Quisiera que al morir todo se acabara. Nada de vida eterna, nada de reencarnación. Una vez es más que suficiente para mí.
18. El trabajo es un medio, no un fin. Necesario. Soy un vagabundo que prefiere tener dinero. Con la edad uno se acostumbra a la comodidad, de hecho la exige. Sin embargo también me aterra la vejez. Me choca estar en el umbral de ella. Quien dice que la vida empieza a los 40 miente. La vida empieza en el momento en que uno nace y cada momento y edad de la vida es importante.
19. El ser humano no es bueno por naturaleza (Rousseau además de tener demasiadas vocales en su apellido se equivocaba). El hombre es un ser extraño. Puede ser bueno, pero no creo que sea por naturaleza, sino por compromiso. En general el hombre es un holgazán moral. Prefiere ser guiado, busca quién le diga qué hacer y por dónde ir. Siempre necesita un líder. OK, no todos los hombre, pero sí la mayoría. “La rebelión de las masas” de Ortega y Gasset (es uno sólo, pero con un rimbombante apellido) es un libro que no sé si me influyó mucho o me identifiqué mucho con él. Ahí se habla del hombre como un holgazán moral. Gracias a Dios siempre hay excepciones a todas las reglas.
20. Hay veces que añoro creer en una religión. Creo en Dios, o en una fuerza divina, pero no creo en ninguna religión. Ellas son simplemente creencias institucionalizadas. Realmente le tengo tirria a San Pablo por encargarse de hacer del cristianismo una institución.
21. Me qeuivoco (quise decir “equivoco”) con frecuencia y mis propias palabras suelen ser el elemento más común de mi dieta. Espero ahora tener menos errores que aciertos, pero no sé, eso sólo el tiempo lo dirá, y el tiempo jamás habla, sólo pasa. Errare humanum est. Ese es de los pocos latinajos que conozco. No me gustó “El nombre de la rosa” porque se me hace un libro interesante, pero pedante, lleno de frases en latín (ninguna de ellas traducida). Alea jacta est. Requiscat in pace.
22. Me gusta mi letra manuscrita, sobre todo cuando estoy de mal humor.
23. Me gusta mucho el Pato Donald (Mickey Mouse me desagrada, nadie puede ser tan ‘buena persona’). Las caricaturas de Tom y Jerry me hacen reír mucho (de niño las odiaba, son muy estridentes) y no creo que sean para niños.
24. Soy muy muy impaciente (¿ya se va a acabar la lista?)
25. Capricho es una palabra que me disgusta.

Ese soy y un poco más.

M

27 comentarios sobre “Mis 25 (cosas) a mis casi 50

  1. Me he sentido bastante identificado con este «confesionario» exceptuando que yo solo tengo 19 años y que no deseo vivir 1 año en Bs As, ya pasa 19 alli.
    Ah, y que compositores-letristas tambien me gusta mucho Kutxi Romero.

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  2. Bunbury si
    Las buenas conversaciones y cuando no puedo hablar de un tema, escuchar puede resultar tanto o más enriquecedor.
    ¿La vida está en otra parte siempre?
    Cada vez me gusta más mi lengua y la posibilidad de jugar con ella, véase el Español.

    Anoto reflexionar sobre la soberbia.

    La infancia o lo que sea, lo que no sabes te lo inventas. Lo que sabes te lo callas. Y lo que quieren saber se lo dibujas a medida.
    Con la cantidad de dopamina que genera nuestro cerebrador cerebrito, vale.

    Leer nos permite fugarnos con Alicia o descubrir el mundo de los átomos y ser una elipse más en un campo de electrones, el panadero del pueblo o el asesino.
    Todas las adicciones son malas, esta droga puede transportarte a las nubes. Prefiero esta a beber, fumar u otras.
    Leer es una pasión si encuentras textos capaces de arrastrarte.

    ¿Un año en buenos Aires?
    ¿Dónde vives ahora?
    Ortega es muy complicado para mí, al menos el libre que intenté leer este verano estaba saturado de notas al pie haciendo referencia a mitos, me saturaba. Igual más adelante o con un traductor, jeje.
    Holgazán moral, jeje. Y no moral.
    Las frases a las que aludes eran bastante conocidas en su tiempo, incluso bastante tiempo después por eso aunque fuera en latín, realmente utilizaba tópicos que gran parte del «vulgo» conocía. Al menos aquí, en España.
    Soy impaciente con los textos. En lo demás tengo una paciencia tremenda.
    Ahora si puedes decir que nos conocemos de algo.
    Un abrazo desde los mares de Extremadura.

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  3. Qué buena lista.
    Valió la pena leerla.
    Me gusta me gusta.
    Seguiré investigando.

    yyyyyy…..

    Yo fui al revés con Tom y Jerry. Los amaba de pequeña, los odio ahora. (Ahora soy grande, teóricamente) 😛

    Besooo!

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  4. Bueno, yo tengo 28 y me identifico con 23 de las 25, especialmente con eso de que ‘la vida está en otra parte’, ese libro de Kundera y la frase en sí, me han marcado desde hace varios ayeres que leí el libro, no te pasa que quisieras ir a la Sorbona a ver si la frase de verdad está ahi?

    Y respecto a los cantautores, en lo personal Bunbury no tanto, pero sí Fito Páez.

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  5. Hola MobTomas, en primer lugar gracias por visitarme. Te cuento que la frase de Galeano la colgué, por que últimamente estaba llenando mi blog de cosas insatisfactorias para mi, lo abrí para otras cosas y decidí hacer el cambio ahora a dos meses de su creación. Sentí que estaba haciendo mucho ruido sin sentido, todo por el hecho de tenerlo actualizado, hasta que ahora me dí cuenta que no es así la cosa. Tengo que leerte con tiempo para poder interpretar bien lo que decís, por lo menos en Palabras que no sobran, Saludos.

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  6. Estuviste en mi blog anoche. Gracias por el comentario. Decidí indagar a ver quién era el extraño que estuvo en el mío; me encuentro con esto: «Me gusta el pato Donald… Mickey no podía ser tan buena persona». Sencillamente genial, entre todas las demás genialidades.

    Tengo una lista como esa en mi cabeza… cosas como las de 6to sentido también las agradezco jejeje

    Bienvenido a mi blog cuando gustes!!!

    V.-

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  7. Vaya, tan intenso como pocos.

    ¿Porqué la calavera?
    ¿Acaso es tu bandera?

    La melancolía a veces es buena medicina para la apatía.

    Tranquilo, los cincuenta se pasan rápido.

    Es molesto, pero entre más tenemos, más queremos.

    Gracias por compartir tus pensamientos, me animan.

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  8. Hola! Te devuelvo la visita al blog 😉
    El punto 11 me ha encantado, ha sido así como leer un trocito de realismo mágico, con esa forma tan especial de contar las cosas triviales a través de prosa poética.

    Ah! Y no vuelvas a decir que eres un viejo. Esa palabra no existe. La inventaron los que crearon el cine a color, estoy segura. Antes de eso la gente vivía hasta el final. Ahora te acojonan y hasta yo me siento vieja, pero es mentira. Mañana seguiré leyéndote, que hoy he llegado un poco tarde.
    Un abrazo!!

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  9. Espectacular! Para mí el # 18 dio en el clavo!

    Mientras leía tu lista pensaba en que debía hacer mi propia lista…..empezaré pronto, aunque no la publique!

    Saludos, Vero

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  10. Aqui en la Patagonia el viento te habla, te hace sonreir (vaya mueca) hasta dejarte los dientes llenos de arena, te despeina, te invade, dice, dice, dice. Se hace sentir tanto que los días que no aparece quedamos en suspenso. Porque estamos acostrumbrados a respirar viento. I sin embargo te hace sentir viva.

    Gracias por tu visita.

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  11. Me encantan tus 25 cosas a tus casi 50. Casi 50 tengo yo, me quedan exactamente 10 días para cumplir los 50 pero no me aterra, ni siquiera me preocupa… bueno, sí, un poco… mi cuerpo ya no es el que era y aunque hago lo que puedo por cuidarlo él quiere ir por su cuenta y eso me produce cierto pequeño sufrimiento… quiero seguir gustando aunque tenga más años…

    y fíjate que pensé (por tu forma de escribir) que eras un hombre mucho más joven… no sé… por la treintena, diría yo…

    tenemos algunas cosas en común… el miedo a todo lo sobrenatural… no puedo ver ninguna película de miedo porque me muero de miedo durante días…

    me sorprendió lo de tu soberbia… yo no soy nada soberbia creo que soy muy humilde, mucho…

    y me gusta mucho el castellano… no puedo comparar con otros idiomas porque no los conozco mucho (sólo el inglés un poco) pero sí puedo decir que es muy musical, igual que el gallego… soy gallega y me gusta defender mi tierra, nuestro mar, el viento, las lluvias fuertes… soy del norte…

    me encanta la cerveza, el vino (servido en una buena copa), algunos licores… me encanta coger ese puntillo canalla que me provoca el alcohol sin emborracharme… me emborraché hasta vomitar una sola vez en la vida… era joven…

    me encantan los helados, en mi nevera siempre hay alguno, los como todo el año…

    y… soy adicta a la lectura y a la escritura…

    en fin… gracias por mostrarnos un poquito más de ti.

    biquiños,

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  12. Bueno yo apenas llego a leer y me ha encantado tu lista pero sobre todo sabes que me ha gustado? simplemente tu libertad de ser asi,de expresarte asi,y creo que me identifico contigo en algunas cosas no las 25 pero si en algunas,me gusto llegar aqui,saludos.

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  13. Buena enumeración. No quiere decir que esté de acuerdo con todo, ¿eh? Menos que menos, con la afirmación de la vida después de los cuarenta; para mí, fue el mejor año por lejos. Ahora que también me arrimo al medio siglo, no duele tanto como un par de décadas atrás. Porque además, a uno se le da por volcar lo vivido, lo aprendido, todo eso… por algo blogueamos, ¿o no?
    Respecto de «vivir en Buenos Aires»: conozco un par de barrios que me han resultado muy placenteros, con un aire que no difiere mucho del montevideano. Creo que sí podría vivir allí (aunque ¡cómo se extraña la Rambla!).

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