Eclipse

El eclipse lunar en pleno. El licántropo quedó a medio pelo, medio frío, mitad bestia, mitad animal. ¡Que mal! Los suicidas quedaron también a medio salto del asalto definitivo a sus vidas, suspendidos en el punto equidistante de su caída entre la vida y la muerte, ¡vaya suerte! La luna incompleta es la media luna que no alcanza para llenar hueco alguno, mucho menos el que tengo en el corazón sin coraza. María ordenó a las mareas que dejaran de marear al marinero. El coyote se hizo soprano ante la sorpresa de la media luz. Los gatos fueron más pardos y las mujeres del bar pudieron salir por un rato a conquistar incautos en las calles. Y no se diga más de los lunáticos, quienes desconcertados empezaron a considerar decir ¡ra, ra ra! al dios sol. El faraón monoteísta dio saltos de felicidad en su tumba, tumbada en la arena del desierto, ahora sobre poblado (bajo el vacío). A las iguanas les da igual, la luna está muy lejos y nadie sabe si es de queso. En realidad a nadie le importa eso. Soy inocente de esta indecencia verbal, víctima de mis vicios y adicciones, de escribir incoherencias inmediatas. La culpa la tiene esta buena foto http://www.flickr.com/photos/gonzalo_ar/2281295944/
No se diga más.

4 de abril 2008

2 comentarios sobre “Eclipse

  1. Cuando ví la foto sentí que conocia esa imagen de cerca y al ver la fecha volvi atrás en el tiempo y recordé.
    Tuve la suerte de ver ese eclipse en vivo y en directo y se que recordaré esa noche por muchos, muchos años.
    Alguna vez fuí luna y trataba de pedirle a las mareas que no me separaran del amor.
    Por las dudas, para no olvidar aquellas épocas, llevo pendiendo de mi cuello una media luna y su lucero, simplemente y por las dudas.

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