El Señor de las moscas nadando en DDT es como el que se ahoga en un mar de lágrimas, son casi lo mismo.
Muchos que están de pie en el camino, ven pasar trenes e imaginan que viajan a lugares distantes y exóticos, mientras sus zapatos echan raíces en ese lugar.
Hay distintas maneras de cometer suicidio, la mayoría optamos por la más lenta: resignación. Pero piénsalo bien, el resignado ya está medio muerto, aunque siga respirando.
Napoleón vencido por conejos amaestrados, no quise enterarme de tanto.
Esperar en la desesperación, perdiéndo la cuenta de los días y con déficit de alegrías.
Aquí o allá, al final no importa, da lo mismo, todos los caminos llevan a Roma, y quizás sin que tengas que moverte ya estás en tu Roma personal.
Olor a perfumes podridos y después el olvido.
Recuerda que te lo dije en tantas ocasiones que hasta la frase se ha desgastado, como el amor perpetuo que salió hecho girones de la lavadora automática.
El volcán tiene nieve en su cima y todos los muertos están ya sepultados, no hay recuerdos, porque nadie se acuerda de que no hay trucos cuando no hay magos.
Veamos pasar los inviernos, los trenes hasta tener también blancas las sienes. Y listo.
Mayo 2008