No eres tú, fuimos los dos

Empezar a hablar acerca de sucesos recientes suele inhabilitar el freno de las palabras, entonces -como en las peleas- se dice más de lo que se quiere decir y se tiende a cometer errores quedando un mal sabor y la necesidad de pedir disculpas. La historia es una ciencia exacta, o lo sería si no fuera casi siempre la versión de los vencedores. Cuando las relaciones humanas se contagian del virus de la guerra se llega más rápido a la meta del carajo. Siempre pensé que dos personas que se llevaron bien o que incluso se quisieron, no deberían terminar odiándose; sin embargo ese final es tan común como el mal gusto y la idiotez. Siempre es triste sentir que se termina algo que se pensó tuvo tintes buenos, es más triste cuando parece que todo fue un espejismo, un abuso, mentira y mascarada (o al menos eso se dice en la discusión final… ¿guardar figura?). Guardar figura por parte de ambos bandos, cuando en realidad no había nada que guardar, las cartas estaban sobre la mesa, las manos buenas y aún así las mangas atiborradas de cartas. Se pierden los valores que nos deslumbraban en un principio, y en los últimos días esas características se convierten, como por arte de oscura magia, en defectos insoportables. Rencores, recriminaciones y las faltas magnificadas (incluso las magníficamente grandes). Del amor al odio hay un paso, si es que ambos sentimientos no guardan muchas veces algo del otro, y a veces cuando no son tan fuertes, la línea que los divide es tan tenue que se puede cruzar en cualquier momento. Y si en la furia se habla mucho de más, lo mejor sería callar en la primera fase del enojo y volver a abrir la boca hasta pasada la tormenta, si es que fuera necesario. ¡Pero nah!, somos humanos, y eso dizque nos hace mejores que las bestias. Hablamos de más, insultamos en exceso, nos dolemos y lastimamos, tan fácilmente como respiramos. Bla, bla, bla… para muestra este botón.

10 comentarios sobre “No eres tú, fuimos los dos

  1. y de pronto es como cuando uno se ve desterrado de ciertas playas en las que habitaba el paraiso y era compartido por dos…

    😦

    hoy solo hay sombras y ruinas… y rencor anclado…

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  2. El arcángel te invita descortésmente a pasarte al Este del Edén por haberte atragantado con la manzana del egoísmo. Pero realmente el boleto de la travesía fue comprado en partes iguales con ceguera y soberbia. No hay víctimas ni victimarios, sólo un costal de culpas compartidas poco aceptadas.

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  3. lo malo de los humanos es que mentimos con demasia: decimos que odiamos cuando amamos, que no nos importa, cuando nos carcome por dentro, que no podemos vivir sin alguien, y la lista es interminable… y todo por no poder admitir lo que eres y no eres y lo que el otro es y no es….. el egoismo es un lastre que nos hace perder (a veces) lo mejor de nosotros… tan fácil que es amar sin restricciones…. pero nos aburrimos y dejamos que esas cosas que nos hechizaron se honguen y se diluyan con las lluvias otoñales….

    ojalá sacaramos más «la bestia» que llevamos dentro (si sabes a lo que me refiero), pues ellas la mayoría de las veces, tiene más compasión por su semejante (y si no la tiene, se le justifica), nosotros no tenemos esa ventaja….

    ¡en fin!
    la cosa siempre es de dos… queramos o no, aceptarlo.

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  4. Con el «amante de mis sueños» corrí hasta olvidar mi cuerpo, sentí su ardiente deseo, recorriendo cada gesto, hasta recordar el puerto, en que a veces me contemplo y me sumergí a beberlo; en una palma Julieta y en la otra, pues Romeo.

    Besos y gracias por pasar.

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  5. he pensado mucho en el tema que expones en tu texto porque me tocó vivirlo en carne propia.

    y después de pensarlo mucho he llegado a una conclusión:

    el que pasa del amor al odio es que tenía el odio dentro, todo el veneno estaba dispuesto para salir en cualquier momento, con ruptura o sin ella.

    porque cuando una relación se rompe no todos odian, hay quien se quedan con lo bueno que hubo, lo agradece y sigue su camino… en cambio hay otros que echan en cara, escupen, maldicen, retan, y odian.

    porque en todas las pelis siempre hubo buenos y malos. no hay más.

    bicos,

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  6. Las relaciones de pareja dan para eso y para más….veo amigos que siguen con su pareja exclusivamente por los hijos y están esperando su autonomía para largarse a la velocidad del rayo, veo amigas que humillan a sus maridos delante de los demás y a éstos callar y aguantar por los hijos…veo amigos dolidos hasta lo más profundo y seguir aguantando…amigas desconsideradas que están encendiendo la llama de ese odio en él y que luego las quemará…amigas que besan a su marido cuando previamente le han humillado y pasar ellas por ser cariñosas y él por ser un cardo cuando él está que no puede más….todo esto hace salir el odio en un momento determinado y ella se preguntará ¿que hice? si yo era la única que le besaba, la única que le abrazaba y él nunca era cariñoso conmigo ….y yo digo ¿y tu te preguntas el porqué…echa hacia atrás en el tiempo y examina tu comportamiento?….te hablo de un amigo mio que sigue hasta que no pueda más por sus hijos a los que adora y sabe que perderá si no sigue….y yo estaré a su lado porque le quiero….

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