¡Vaya caderas, querida!

Tras el amanecer, oscuridad en el centro de un hueco.
Al anochecer, más negro que una pantalla apagada.
No se me paga por lo que me pega la gana,
te quise sin garantía ni contrato, pero me queda la nada. ¡Vaya caderas, querida!

Nadando me largo al estilo olímpico del perrito.
Un tango y ninguna tanga, lo barato sale caro y no tengo precio,
no por ser valioso, sino por mi importancia infinitesimal,
pero tengo fe en la física cuántica y el Bitcoin, ojalá supieras cuánto te quiero.

Tengo un resentimiento de letra de canción clásica de James Bond:
nadie lo hace como tú, mejor vive y deja morir.
En esta carretera no hay siquiera encuentros del tercer tipo,
y honestamente eso me importa un bledo, cuando el encuentro que quiero es contigo.

Estoy tentado a pensar que tengo toda la eternidad para buscarte,
pero eso sería no trascender y quedar atrapado por apegos,
lo cual significaría no salir nunca de este agujero,
y honestamente no me gusta este lugar. ¡Vaya cadenas, querida!

chained

Sin…

Sugerencia de escritura del día
¿Qué pequeña mejora puedes hacer en tu vida?

Sin la bisutería color turquesa, sin el aroma de tu perfume, sin esos zapatos de marca afamada, sin tus alimentos chatarra, sin las series que resecan cerebros, sin las redes que matan ideas, sin esa religión que no es más que opio, sin las necesidades creadas, sin el sexo tal y como lo venden, sin el sexo tal y como lo compro, sin la pseudo excelencia laboral, sin el centro comercial donde no hay relojes, sin el deseo por el auto del año, sin ese éxito al que todos aspiran esperando que les caiga del cielo o dispuestos a morir en el intento de alcanzarlo, sin la música comercial del momento, sin la película de moda, sin el despertador torturante, sin las opiniones de los líderes, sin la cuenta bancaria, sin el anhelo de tener hijos sólo porque se dice que así debe ser, sin esas playas abarrotadas en semana santa, sin desear los cinco minutos de fama, sin esas ansias por destacar, sin querer llamar la atención, sin algo que te permita ignorar tu propia voz…

Sin todo eso, ¿quién eres realmente?

éxito

Libre albedrío

Sugerencia de escritura del día
¿Qué es para ti la libertad?

Si tu deseo es perderte en el intrincado laberinto del corazón, o adorar las palabras sagradas de un grueso libro, sigue adelante, piensa que es tu voluntad, que al fin y al cabo si existe Dios terminarás haciendo lo que Él tenga decidido.

Si quieres pasar la vida viviendo vidas ajenas en una pantalla, o ahogarte en ambiciones que harán que te preocupes más de capitales que de tus semejantes, sigue adelante, piensa que es tu voluntad, que al fin y al cabo si existe Dios terminarás haciendo lo que Él tenga decidido.

Si detrás de toda esta confusión de religiones logras descifrar la voluntad divina, entonces quizá sepas ya decirme quién fue primero: el huevo o la gallina, el odio o el ser humano, la opresión o la libertad, el bien o el mal.

Si quieres estar toda la vida jodiendo a los que te rodean, o si prefieres rebajar tu persona para que todos te jodan. Si quieres sacrificar a tu hijo en nombre de la causa que te convence, o prefieres perfeccionar el don de convencimiento para que el hijo inmolado sea el de otra persona, sigue adelante, piensa que es tu voluntad, que al fin y al cabo si existe Dios terminarás haciendo lo que Él tiene decidido.

monkeypuppet

Quizás un sueño

Tres canciones con olor a tierra
con luz de cielo, mi madre selva.
Ahora canciones que suenan a pólvora
en aire de ambición, corrupción en la médula.

Quisiera creer que esto no es real,
que este plano es un sueño
del que luego despertaremos y llegamos
a donde todo es mejor.

Una ilusión de trabajo recompensado,
satisfacción de esfuerzo, de jugar derecho.
Ahora codicias torcidas, celebradas por mediocres,
asesinos a sueldo de centavos en el exceso de demandas.

Quisiera creer que esto no es real
que no luzco de 87 cuando tengo 50 y tantos,
cuesta trabajo mantener la calma,
no vender el alma, y seguir hasta el final.

No todo está mal, supongo, siempre se complica más
encontrar el lado amable de la gente empeñada
en ser tan detestable.

Yo debo ser igual para ellos.
¿Será una prueba o sólo será un sueño?

dream

Corderitos

Los continuos terremotos siguen derribando valores falsos e ídolos de barro
Los políticos retiraron ya sus máscaras, pues no tienen necesidad de fingir más.
El espítitu no está ya ni siquiera en el vino.
Trino era el amor que ya ni siquiera pía.
La salida del laberinto es una puerta tapiada.
María Candelaria no hizo nada malo,
Lorenzo Rafael echa chispas en su chinampa.
Esas masas de las que habló Ortega y Gasset,
siempre enajenadas, hoy lo están hasta la médula.
La prima nocta era obligatoria, pero ahora inmolamos nuestras mentes con voluntad.
¿Y el 5G?, pues como la peste negra, nomás que en onda tecnológica.
Somos corderitos que balamos entonados mientras marchamos hacia el matadero.
Pero no te preocupes, después de todo nada dura para siempre,
ni si quiera el mal ni la estupidez, aunque parezca lo contrario.

corderitos

Luz más que materia

Sugerencia de escritura del día
Escribe lo primero que se te venga a la cabeza.

Luz más que materia,
Hay muchas formas de conocer el futuro, la principal es vivir lo suficiente,
A menos que tengan la barriga llena de vino hay muchos que no se atreven,
El tres es más divino que el cuatro y el nueve representa al ser humano,
El tarot es un juego, pero no lo jugamos nosotros,
El invierno de nuestro descontento surge de la primavera desperdiciada,
Y sólo sé que no importa nada.

Confuso

Hoy confundo Pedro y el lobo con la gallina que decía que el cielo se caía.
Hoy confundo a Nostradamus con Netanyahu, y a Henry Kiss con kiss his ass (y que el cabrón no descanse en paz).
Todo está revuelto en nuestras, ya por naturaleza, revueltas mentes.
¿Hacia dónde vamos?, eso queda claro: al lugar de los lamentos.
Donde lloraremos como sirenas de ratones lo que como leones huevones dejamos pasar.
Al final, nada de esto importará, no seremos nada en un parpadeo.
Si los budistas y Pitágoras están en lo correcto, daremos otra vuelta en las puertas giratorias.
Si Jesús tenía la razón, la mayoría rechinará sus dientes y elevará sus lamentos en el infierno perpetuo.
Todo es confuso, tal como anunciaron Bowie y los Pet Shop, y eso no lo inventó Confucio.
Hoy confundo las profecias con epitafios escritos por adelantado.
Cuando lo entendamos todo será ya demasiado tarde.

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En una estación de tren

Sugerencia de escritura del día
Describe un encuentro fortuito con un desconocido que te haya marcado positivamente.

Sentían un agotamiento, del tipo que hasta hace pesada al alma.

Otro día más de discusiones y malas comunicaciones, lejos de casa, en tierra extraña.

El viaje que por mucho tiempo esperaron los dos, que por algún motivo ambos idealizaron, pero que sólo había resultado un infierno.

Ya desde antes habían ambos visto las señales de que todo iba mal, pero insistieron en que la magia que experimentaron al conocerse tenía que durar para siempre.

Estaban decididos a que el viaje les ayudaría a reencontrar esa magia. Pero no, para empezar cada uno tenía un objetivo distinto. Ella: lograr que la unión se convirtiera en una sacrosanta amistad, pues ya estaba enamorada de alguien mas. Él: que Ella fuera su pareja y que su unión se convirtiera en una estable relación. Pero las cosas no navegaban hacia ninguno de esos puertos, y nadie quería negociar, pues eso sería dar su brazo a torcer.

Por eso puras discusiones, malas comunicaciones.

Tras visitar unos poblados, regresaron en tren, sentados frente a frente, emitiendo cada uno el silencio de un cementerio olvidado. La acumulación de ofensas mutuas era demasiada para entonces, y la mayor de todas era que el otro no aceptaba la propuesta del opuesto.

Ella quería decir algo, era horrible estar los dos allí, en un mutismo doloroso. Él también quería hablar, era absurdo viajar con alguien y no decirle nada. Pero por orgullo, ambos mantuvieron sus silencios.

Al llegar a la estación destino, Ella tomó rápido su mochila y bajó del tren. Él se comenzó a mover lentamente, sin embargo lo pensó de nuevo, y corriendo agarró la mochila suya y fue a buscarla.

Ella estaba ya lejos, a punto de abordar un autobús, Él le gritó que se detuviera. Ella hizo como Beethoven sin sinfonía y se fue.

Él quedó abatido en la estación del tren. Pensando en esa nada que se genera al tratar de pensar en todo.

¿Se puede odiar a alguien que se ama tanto? ¿Qué les pasó? ¿En dónde se dañó la relación? ¿Qué hizo mal Él? ¿Qué tenía que hacer para solucionar todo?

Tantos asuntos a los que no encontraba respuesta bullían en su cabeza, su rostro era el reflejo de toda esa maraña. Tan mal lucía que un desconocido se detuvo ante Él, para preguntar si estaba bien.

Él no entendió lo que sucedía, quizá sus muchos años viviendo en una ciudad insensible lo habían convertido en un ente sin sentimientos para con los extraños, pero no se engañaba, allí estaba un completo desconocido preguntándole si todo estaba bien.

Él, sorprendido, respondió maquinalmente que sí. El desconocido supo que era una respuesta de trámite, incongruente con la imagen que Él emitía al mundo. Sólo le dijo: “no te preocupes, todo sucede por algo, y si ya no tiene remedio, aunque nos preocupemos, nada cambiará. Verás que todo seguirá su curso”. Después de eso, el desconocido le dio una palmada en el hombro y se alejó de Él.

Las cosas entre Él y Ella no mejoraron, tampoco empeoraron, sólo se separaron. Él aún la recuerda, pero recuerda más la acción del desconocido, que le ha permitido conservar algo de la fe que Él creía haber perdido totalmente respecto a la humanidad.

¿Y el salvavidas?

En la tormenta perfecta
hecha de caos y desperdicios dorados
nos ahogamos, naufragámos,
y sin embargo… nos movemos.
El porno del dólar, el dolor del orto,
hartos de la monotonía,
pero hundidos voluntariamente en ella.
¿Qué dijo tu madre acerca de esto?
Nada, estaba igual de pendeja que tú.
Su vía láctea también estaba torcida.
El control en pocas manos es mayor,
pero lo quieren todo, tu libertad está rendida,
Y la entregaste con una sonrisa.
No puedes culpar a nadie
agarra los huevos, no los rompas,
y llévalos a la granja de soja.
Tu padre se sonroja mientras te niega,
tres gallos cantan a coro y dicen «esto es todo».
El cerdo tartamudo se despide y la gorda canta en la novena
Y sin embargo, flotamos.

fat lady sings

Reír no es tan sano

Sugerencia de escritura del día
¿Qué te hace reír?

Aún ahora ignoro qué ocasionó mi risa. Yo era el único que reía.

Todo era, como de costumbre en esas ocasiones, demasiado solemne y monótono.

La gente me miraba extrañada e incluso asustada, pues nada gracioso ocurría allí.

De todas las imágenes respetables y dolientes, no había ninguna que debiera causarme gracia; sin embargo esas mismas imágenes me hacían reír. Quizá tanta pena dramatizada. ¡¿Qué se yo?!

Y no podía dejar de reír, al contrario, con cada intento de autocontrolarme, más me reía. Más sonoras eran mis carcajadas a mayores esfuerzos míos por contenerme.

Pocos asistentes comenzaron a contagiarse de mi risa, sonriendo tímidamente, pero se reprimieron de inmediato. Ojalá hubese sabido cómo lo lograban. La mayoría simplemente incrementó su enojo e irritación hacia mí.

De repente hice lo que debí hacer desde un principio y me fui de ahí lo más aprisa que pude, antes del último santiamén.

Las miradas severas que me arrojaba la gente durante mi salida no hicieron más que provocarme más risa.

A la mañana siguiente fui citado en la sede del Santo Oficio. Confesé todas las culpas que me colgaron durante el primer interrogatorio, no hubo necesidad de un segundo ni de tortura. ¿Para qué?, ¿de qué manera podía rebatir las faltas que me imputaban?, ¿cómo explicar que simplemente no podía dejar de reír durante la misa?

Ahora me conducen a la hoguera para ser quemado por posesión diabólica. Ya no me río, sólo estoy algo sorprendido.